Es fundamental pensar y reflexionar, con nuestros pensamientos controlamos nuestras acciones y palabras y ello es crucial para tomar decisiones correctas y evitar repetir errores.
Los pensamientos surgen de nuestra memoria, una función vital del cerebro que nos permite conocer nuestra identidad y origen. Sin ella, perderíamos nuestros recuerdos y nos sentiríamos desorientadas. Es verdad que a veces, es difícil recordar aspectos de nuestra vida porque están guardados en rincones ocultos del cerebro o quizás, no les prestamos suficiente atención.
Para prevenir esto, suelo anotar eventos importantes en un cuaderno, como un diario. Allí registro lo que considero valioso consultándolo de vez en cuando para recordar lo que no quiero olvidar. No se puede anotar todo en el diario; algunas cosas se olvidan al no darles la importancia debida. Como precaución, he guardado muchos recuerdos de vuestra madre y vuestro padre (mi hija y mi hijo).
A pesar de que algunos opinan que son cosas viejas y debería descartarlos, no lo haré porque me traen mucha alegría. Son recuerdos de cuando la familia estaba unida. Conservo varios objetos como dibujos, primeras letras, juguetes y fotos. Me ayudan a recordar y a escribir esta historia de vida.
Por eso, os animo a guardar lo que os hace felices (siempre habrá tiempo para deshacerse de ello si falta espacio). También podéis registrar en vuestro diario los momentos felices con seres queridos. Así, permanecerán eternamente en vuestros corazones.
Quiero que sepáis que, al tener que recordar eventos de hace muchos años, puedo olvidar algunos detalles, pero, a pesar de esto, he decidido sentarme ante mi escritorio y, durante los próximos meses, compartir con vosotras mis recuerdos y reflexiones. También os ofreceré algunos consejos para la vida.
Además, crearé muchos dibujos que espero sean de vuestro agrado.
Es importante mencionar que utilizaré el género neutro o femenino en mi escritura. Creo que es justo y necesario, dado que durante siglos las mujeres han sido relegadas a posiciones inferiores, como si estuviesen confinadas en una botella de cristal. Pienso que es nuestro deber corregir esta injusticia.
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