En otra ocasión, imaginé que una de nuestras antepasadas fue Kara, la reina íbera del pueblo de Celadilla, en la antigua Iberia, hace más de dos mil quinientos años. La visualicé como una mujer muy inteligente, valiente y elegante. Su atuendo me recordaba al de la princesa Leia de la saga Star Wars. Si tenéis tiempo, os recomendaría ver las películas; aunque son más de once, son muy entretenidas y creo que os gustarán.
La reina Kara era conocida por su sabiduría y justicia, y su pueblo la veneraba profundamente. Abundan las historias acerca de sus logros; puedo afirmar que ningún príncipe de su tiempo la igualaba en astucia o en el juego del ajedrez. Se han descubierto varios bustos suyos en las áreas de Elche (Alicante) y Baza (Granada), lo que claramente demuestra su relevancia histórica.
Los libros de historia relatan numerosas intervenciones, pero quizás la más destacada sea la que originó el famoso pan de nueces. Sí, aquel por el cual Doña Isabela se hizo tan popular en su tiempo (recordad que, según nuestro árbol genealógico, es descendiente directa de la reina Kara).
Mañana os relataré la historia del conflicto entre Bagarok y Caciro por la posesión de un pozo de agua y cómo intervino Kara.
Este es el robot R2D2, un encantador colaborador de la princesa Leia.
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