Este es el dibujo de nuestro árbol de la vida. En la parte superior izquierda podéis localizar a la tatarabuela Dolores y al tatarabuelo Óscar (mi abuela y abuelo por parte de mi mamá). Fallecieron antes de que yo naciera, por esta razón no tuve la oportunidad de conocerlos.
«Es una pena no poder compartir momentos con nuestras abuelas y abuelos, pero a veces las cosas suceden así, y no depende solo de nosotras solucionarlas «.
El oficio del tatarabuelo era zapatero. Mi mamá me contó que viajaba por todas las regiones de España montando fábricas de zapatos, pues trabajaba de maestro hormero (una especialidad muy importante en la industria del calzado).
La horma es como un molde que sirve para dar forma a los zapatos. Tiene que estar muy bien hecha, ya que cualquier fallo podría llevar el zapato a la basura.
Pues bien, en uno de esos viajes, concretamente en Sevilla, adoptaron a una niña a la que sus padres habían abandonado. Esta niña resultó ser vuestra bisabuela Trini (mi mamá).
En este punto, quizás penséis que, si era adoptada, no puede tener relación consanguínea con el abuelo, pero en este caso, ¿qué importa?: No hemos cambiado nada en la cadena de la vida, por lo que, no existe paradoja temporal, y sigue siendo mi mamá verdadera.
El tatarabuelo Óscar era muy trabajador y buena persona. Murió de tuberculosis, una enfermedad de los pulmones muy contagiosa y peligrosa que afectaba a bastantes personas en aquellos años. En la foto lo veréis con una bata blanca, pues estaba ingresado en un lugar especial para las personas afectadas por esa enfermedad.
Estos lugares se llamaban sanatorios para tuberculosos.
La tatarabuela Dolores era muy cariñosa, trabajadora y dulce. Mamá siempre la recordaba con mucho amor. Era una excelente cocinera, al igual que nuestra antepasada Dña. Isabela. Enseñó a la bisabuela Trini a preparar comidas muy ricas, también a coser zapatos y a ser una buena hija.
Trabajaba en casa y cuando era necesario, ayudaba en la fábrica de zapatos del tatarabuelo.
La tatarabuela, y el tatarabuelo, eran de un pueblo de la provincia de Alicante que se llama Petrer. Yo viví en ese pueblo durante unos años. Jugaba en la plaza del ayuntamiento dando vueltas y vueltas con un triciclo que me compró mi papá para que fortaleciera mis piernas enfermas por la polio. Ya os lo contaré más adelante. En Petrer fui por primera vez a la escuela y era muy feliz. Esos primeros años se quedan para siempre en la memoria, esto también os sucederá a vosotras.
Una parte de los años de las vidas de la tatarabuela y el tatarabuelo coincidieron con la Guerra Civil Española, por lo que sufrieron muchas penalidades.
El próximo día, os contaré la historia de la guerra civil de España.
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