Hace unos capítulos os conté que a Eivissa la llamaban la isla de los Hippies. La razón es que podían vivir y vestir como quisieran, pero, además, la isla era como un parque natural con playas de aguas transparentes, montes cubiertos de pinos y otros lugares maravillosos. Uno de estos lugares es; ‘Ses Salines’ (Las Salinas). Las fotos que veis son de ese espacio. Las hice hace muchos años. En el próximo capítulo os explico como aprendí a realizar fotografías. 😘
Es un espacio precioso, ¿verdad?
La conservación de la naturaleza ha sido muy importante para mí. Creo Firmemente que siempre podemos encontrar tiempo para contribuir para dejar una huella positiva en nuestro planeta
Ses Salines tiene una historia de casi dos mil quinientos años; es una salinera que construyeron los Fenicios alrededor del 600 antes de la E.C. Los fenicios fueron un antiguo pueblo procedente de la región costera del actual Líbano y zonas de Siria y el norte de Israel. Eran expertos marineros, comerciantes y colonizadores. Llegaron a Eivissa en el siglo VIII a.C., donde establecieron asentamientos y vínculos comerciales con la población local.
Tras las Guerras Púnicas entre Roma y Cartago (los cartagineses eran los descendientes de los fenicios), en el año 123 a.C., los romanos conquistaron las islas Baleares e implantaron su cultura y tradiciones y como consecuencia, los fenicios tuvieron que adaptarse. Se han encontrado muchos restos arqueológicos de aquella época (¿os acordáis del dios Bes?) pues, es de esa época. Es una parte muy interesante de la historia. “Preguntad a vuestra profesora”.
En Ses Salines, podemos encontrar flamencos (aves de color rosa con patas largas), Gaviotas Audouin que se encuentran en peligro de extinción por la destrucción de sus hábitats, Cigüeñuelas y muchas otras especies. Si tenéis suerte y paciencia, cerca de la costa, en los acantilados, podréis ver alguna Águila pescadora. Aunque apenas existen ejemplares, según las investigaciones de las científicas ornitólogas han vuelto a anidar en la isla. “Pero es mejor no molestarlas”.
También es posible avistar búhos y lechuzas (a mi madre le fascinaban los búhos, decía que atraían buena suerte). En Eivissa, reside una especie de lagartija única y preciosa que juega un rol crucial en el ecosistema de las Islas Baleares (su nombre científico es: Podarcis pityusensis). La invasión de serpientes y otros animales no autóctonos ha amenazado su existencia, por lo que se están llevando a cabo significativos esfuerzos de conservación.
Eivissa además de atraer a los hippies, se convirtió en un destino popular para miles de turistas, lo que impulsó la construcción de hoteles y apartamentos. Dado el tamaño reducido de la isla, era necesario desarrollar planes urbanísticos en terrenos vírgenes. Con este propósito, algunos promotores y políticos codiciosos buscaron espacios cerca de las playas para construir. Uno de los lugares escogidos fue una amplia zona de Ses Salines. Allí pretendían construir una urbanización de lujo.
Muchas personas concienciadas estábamos en contra y nos unimos para crear grupos de defensa del parque natural.
Organizábamos veladas de día y de noche para vigilar y protestar. Algunos estaban en contra de nuestras acciones, pues, consideraban que perjudicábamos el turismo y la economía de la isla. De vez en cuando, nos enviaban a la Guardia Civil para identificarnos e imponernos multas. Pero a pesar de ello, seguimos con nuestras protestas. A veces, nos llevaban al cuartel en una furgoneta para presionarnos y exigirnos que dejáramos de molestar. ¡Pero nunca lo consiguieron!
Con el tiempo, evitamos que se urbanizara, aunque si algún día podéis viajar a la isla, veréis la cantidad de hoteles y apartamentos que se han construido cerca de allí. Es una pena.
“Preservar los entornos naturales es crucial para asegurar el bienestar y la calidad de vida de las generaciones actuales y venideras. Estos hábitats son el hogar de una diversidad vital de flora y fauna, fundamentales para mantener la armonía ecológica”. Todo el planeta está interconectado y lo que sucede en un lugar afecta a otro.
¡Ah…! Recordad: “El abuelo os quiere mucho”.
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