![](https://eldiariodepo.net/wp-content/uploads/2024/07/Snapseed-7.jpeg)
La universidad es un ecosistema especial; es el lugar donde convivimos estudiantes de distintas clases sociales, creencias y culturas.Todas juntas compartimos espacios y recursos, y muchos teníamos intereses comunes. Sin embargo, en ocasiones la presión de los exámenes y la competición por obtener las mejores calificaciones hacían aflorar comportamientos egoístas. Puedo aseguraros que a mí me daba igual las notas de los exámenes, solo deseaba adquirir nuevos conocimientos y si quedaba empatado con alguna compañera por una matrícula de honor, renunciaba a ella para que se le concediese a la otra alumna. En aquellos años si obtenías una matrícula de honor, podías obtener una exención del pago de tasas de otra asignatura en otro curso más avanzado, y con frecuencia, esta ayuda económica era muy importante para algunas estudiantes. Es cierto que en algunas asignaturas obtenía buenas puntuaciones, pero solo era fruto de esforzarme mucho, igual que las demás. En esto no era especial.
Pero no creáis que en la Facultad me abstraía de todo y solo estaba centrado en mis estudios (abstraer es separar de tu mente todo aquello que no consideras importante en un momento dado), todo lo contrario. También observaba a mis compañeras y compañeros, especialmente si percibía que tenían algún tipo de dificultad.
En el primer año del Grado, recuerdo a una estudiante que parecía estar atrapada en un huracán, como perdida y desorientada. No es que esa compañera no deseara estudiar o no se esforzara, simplemente estaba enferma y con graves problemas que arrastaba desde que era una niña . Poco a poco fui ganándome su confianza y me contó su problemática. Sentí una especial ternura por ella y tomé la decisión de prestarle mi ayuda. Puedo aseguraros que cuando asumes este tipo de responsabilidad es como si un gran peso se depositara sobre ti. En ocasiones te sientes perdido y no sabes cómo actuar, pero una vez que tomas la decisión de ayudar, nunca debes abandonar, pues si lo haces, agravas sus problemas e incrementas su dolor.
Pero debéis tener presente que entrar en un huracán es peligroso, pues puedes sufrir heridas que a veces son muy dolorosas, por lo que debes estar preparada para afrontar todas las dificultades. Si no lo estás, es mejor que no entres en él; mejor solicitar la ayuda de otra persona más experimentada.
Creedme, en estas cuestiones tengo mucha experiencia.
![](https://eldiariodepo.net/wp-content/uploads/2024/07/Imagen7_upscayl_2x_realesrgan-x4plus-anime-1-917x1024.jpg)
Durante un largo periodo de tiempo, la atendí en sus necesidades más urgentes y también mantuve reuniones con las profesoras y profesores para solicitar su ayuda. Todas ellas fueron muy comprensivas y colaboraron. Estudió mucho, sus problemas no desaparecieron de repente, pero con un gran esfuerzo por su parte y con la ayuda de muchas personas, finalizó su Grado en Educación Social con un excelente expediente académico. Un año después, inició sus estudios en Psicología y logrando graduarse.
Hoy, es psicóloga especialista en gerontología social.
¿Veis? Nuestros valores, principios y humanismo pueden, en un momento dado, cambiar la vida de una persona en dificultades.
Quizás no vuelvas a ver a esta persona, pero tu ayuda habrá sumado en la consecución de un mundo mejor, más justo y solidario.
![](https://eldiariodepo.net/wp-content/uploads/2024/07/IMG_2196-696x1024.jpeg)
Tras cuatro años de estudios, obtuve diploma universitario en Educación Social. Posteriormente, decidí especializarme en Investigación Social y Desarrollo Socioeducativo, así que estudié un año más para obtener el Master universitario.
Pude viajar a Portugal y participar en un programa intensivo de Educación Inclusiva de Erasmus (el programa de la UE para apoyar la educación y la formación). Debo deciros que, a pesar de los desafíos a los que me enfrenté durante esos años, me siento muy feliz y agradecido por haber superado todas las dificultades. Adquirí experiencias que me prepararon para afrontar los años siguientes.
Mi paso por la universidad me proporcionó conocimientos profundos y me permitió conocer a personas maravillosas de las que guardo recuerdos llenos de agradecimiento. Es cierto que significó un periodo muy intenso y difícil; muchas cosas cambiaron en mi vida, unas para bien y otras para mal. Pero, como ya os he dicho en varias ocasiones, es necesario intentar superar las dificultades y perseguir vuestros sueños con todas vuestras fuerzas, manteniendo siempre una actitud optimista y confianza en vosotras mismas.
La perseverancia y el apoyo pueden transformar desafíos en éxitos. A veces, los problemas no se resuelven de inmediato, pero con esfuerzo y ayuda, es posible alcanzar metas que parecen inalcanzables. No subestiméis el poder del apoyo mutuo y la determinación personal
Deja una respuesta